Sábado 03 de agosto
de 2013 | Publicado en edición impresa
Estilo
Ojotas con medias, comodidad y estilo no solo a la hora de sacar la
basura.
Influencia de entrecasa, crecen los
que las incluyen como parte de su look tanto para salidas informales a la verdulería
como para ir a trabajar.
Cuando Chechu, de 30 años, se sube a un taxi en Essen para ir a
trabajar en la clínica universitaria le suelen preguntar siempre lo mismo: ¿De
qué sala de internación te escapaste? Ella se ríe. Sabe que se lo preguntan por
su look. Tal vez unas ojeras, una bata al cuerpo, el pelo sin peinar y,
especialmente, las ojotas con medias que escapan al atuendo clásico.
Como bióloga enseguida puede relacionarse su look más jugado con
un ambiente de trabajo muy relajado e informal. Un estilo que Esteban, de 30
años y doctor en física, claramente no compartiría.
En el grupo de trabajo de Chechu, por ejemplo, donde al
principio sólo ella las usaba, pese a alguna cargada, ya han empezado a
adoptarlas como parte de su atuendo básico. De a poco fue logrando el efecto
contrario: a la hora de largar una PCR o ir al bioterio era común que le
llegara un mensaje pidiéndole esas medias coloridas, esas ojotas al pie o las
crocs verde chillón que semanas atrás le habían criticado. Steffi, por ejemplo,
ahora no concibe programar sus próximos experimentos o buscar sus células en el
tanque de nitrógeno sin sus pies en extremo confort!
Las razones para ponérselas varían según cada uno. Para Chechu
fue por vagancia a la hora de tener cambiarse solo para caminar media cuadra, gusto
propio y la influencia de varias docentes durante la carrera. ¨Era increíble cómo
iban vestidas a dar clases, en ese momento me parecía una ridiculez, pero ahora
entiendo lo audaces que eran con su estilo¨. El paso de la calle al trabajo fue
cuestión de tiempo, ¨sentía que necesitaba estar más cómoda¨, nos comenta. Mirarse
en el espejo y en vez de preguntarse "cuál es la ropa con la que mejor me
ven", decir "¿qué me da seguridad?" "Todavía me afecta la
mirada externa, pero puedo manejarlo. Es un proceso de reeducación. Pero,
claramente me dan más confianza a la hora de agarrar las pipetas¨ no duda en
agregar.
Para ella, la ropa se lleva de una manera o no se lleva. Simplemente,
una cuestión de actitud.