lunes, 12 de agosto de 2013

Joven Laboratoril edición 8 año 1

Sábado 03 de agosto de 2013 | Publicado en edición impresa
Estilo
Ojotas con medias, comodidad y estilo no solo a la hora de sacar la basura.
Influencia de entrecasa, crecen los que las incluyen como parte de su look tanto para salidas informales a la verdulería como para ir a trabajar.

Cuando Chechu, de 30 años, se sube a un taxi en Essen para ir a trabajar en la clínica universitaria le suelen preguntar siempre lo mismo: ¿De qué sala de internación te escapaste? Ella se ríe. Sabe que se lo preguntan por su look. Tal vez unas ojeras, una bata al cuerpo, el pelo sin peinar y, especialmente, las ojotas con medias que escapan al atuendo clásico.

Como bióloga enseguida puede relacionarse su look más jugado con un ambiente de trabajo muy relajado e informal. Un estilo que Esteban, de 30 años y doctor en física, claramente no compartiría.
En el grupo de trabajo de Chechu, por ejemplo, donde al principio sólo ella las usaba, pese a alguna cargada, ya han empezado a adoptarlas como parte de su atuendo básico. De a poco fue logrando el efecto contrario: a la hora de largar una PCR o ir al bioterio era común que le llegara un mensaje pidiéndole esas medias coloridas, esas ojotas al pie o las crocs verde chillón que semanas atrás le habían criticado. Steffi, por ejemplo, ahora no concibe programar sus próximos experimentos o buscar sus células en el tanque de nitrógeno sin sus pies en extremo confort!



Las razones para ponérselas varían según cada uno. Para Chechu fue por vagancia a la hora de tener cambiarse solo para caminar media cuadra, gusto propio y la influencia de varias docentes durante la carrera. ¨Era increíble cómo iban vestidas a dar clases, en ese momento me parecía una ridiculez, pero ahora entiendo lo audaces que eran con su estilo¨. El paso de la calle al trabajo fue cuestión de tiempo, ¨sentía que necesitaba estar más cómoda¨, nos comenta. Mirarse en el espejo y en vez de preguntarse "cuál es la ropa con la que mejor me ven", decir "¿qué me da seguridad?" "Todavía me afecta la mirada externa, pero puedo manejarlo. Es un proceso de reeducación. Pero, claramente me dan más confianza a la hora de agarrar las pipetas¨ no duda en agregar. 

Para ella, la ropa se lleva de una manera o no se lleva. Simplemente, una cuestión de actitud.